Las inundaciones pasan, pero el dolor se queda. En la calle Tabachines, Carrillo Puerto, esta historia se repitió con tan sólo días de diferencia. ¿Cuánto veces más tendrán que perder sus pertenencias para recibir apoyo de las autoridades?

Las inundaciones pasan, pero el dolor se queda. En la calle Tabachines, Carrillo Puerto, esta historia se repitió con tan sólo días de diferencia. ¿Cuánto veces más tendrán que perder sus pertenencias para recibir apoyo de las autoridades?